Fin de semana de contrastes.

El sábado, la entrada de casa se transforma para celebrar el Āboļošana 2014: cerveza casera, alumnos de la escuela de música, abuelas que cantan canciones tradicionales, performance, zumo de manzana, niños, licores que se destilan in situ, y mucha comida!

 

 

 


Un paseo cruzando la calle, y las retinas se me quedan sobre saturadas de verde. Pero en Cīrava la fiesta continua, sesión de dj experimental, en medio de la Letonia rural. Para acabar, proyección de Metropolis.
























Domingo por la mañana, que mejor que una misa luterana? 
El cafe con pasteles de después; con el cura, su mujer y algunos feligreses.





Aprobechando el sol, las bicis, con asientos de cuero y muelles, para ir al lago. Fotos y chapuzón.


Otra dosis de verde por el bosque al rededor de casa.

Un ratito para mirar las estrellas… Esta vez no hubo jabalíes Mara… pero se oían patos que entraban y salían del lago.





3 comentarios

Deja una respuesta